Las hemorroides son una de las dolencias físicas más frecuentes y, sin embargo, en las consultas médicas casi siempre se les da la misma explicación. Fibra, más ejercicio, beber lo suficiente: los consejos estándar parecen un patrón firmemente programado que se ha transmitido sin cambios durante décadas. Y claro, estos consejos no son erróneos. Pero se quedan cortos porque sólo arañan la superficie.
Este artículo muestra por qué merece la pena considerar las hemorroides desde una perspectiva diferente, más allá de los consejos habituales. Pretende concienciar de que las verdaderas causas a menudo no se encuentran donde se producen los síntomas, sino en la interacción de toda la estática corporal. Cualquiera que entienda cómo interactúan la postura, la respiración y la tensión muscular se da cuenta rápidamente de que la solución a veces no está en la siguiente receta de pomada, sino en los cimientos del propio cuerpo.